El soberano subrayó que la acción diplomática “ ha sido dotada de un carácter especial y renovado, merced a la autonomía y realismo que caracterizan nuestra política exterior” al mismo tiempo del empeño en continuar implicando a todas las fuerzas vivas del país en la defensa de los intereses supremos de la Nación, especialmente en lo que se refiere a la integridad territorial, que constituye la prioridad absoluta ya que “el Sahara es la causa de todos los marroquíes; además es una responsabilidad que nos incumbe a todos”.
En el mismo sentido su majestad renovó “el llamamiento para mantener viva la vigilancia y movilización de todos, amén de tomar las iniciativas necesarias para anticiparse a las maniobras de los adversarios. Efectivamente, en este marco no caben la espera, la elusión de la responsabilidad o las reacciones”, Afirmando “el compromiso con respecto a Nuestra iniciativa de otorgar la autonomía a nuestras Provincias del Sur; una iniciativa que ha sido nuevamente calificada de seria y digna de credibilidad, en la última resolución del Consejo de Seguridad.
El soberano indicó que “ Resueltos a no hipotecar el futuro de nuestra región, continuaremos las obras de desarrollo y modernización en la misma, sobre todo impulsando la puesta en marcha del modelo de desarrollo para nuestras Provincias del Sur, con todo el enfoque participativo que comporta, la buena gobernanza y los programas complementarios y multidimensionales, susceptibles de realizar el desarrollo integrado añadiendo que “estamos preparando para el establecimiento de la regionalización avanzada en las diferentes regiones del Reino, encabezadas por nuestras Provincias del Sur, con todo cuanto ello supone como respeto de las especificidades regionales y gestión democrática de los asuntos locales por los propios habitantes de la región, en el marco del Marruecos de las regiones unificadas.
Respecto a las amenazas terroristas en la región del Sahel , su Majestad llamó a afrontar de una manera colectiva estas amenazas que encuentran en las bandas separatistas que trafican en los seres humanos y armas y drogas un aliado suyo constituyendo una amenza para la seguridad regional e internacional “
He aquí el texto íntegro del Discurso Real:
"Loor a Dios, la oración y el saludo sean sobre nuestro señor enviado de Dios, su familia y compañeros.
Querido pueblo,
Con orgullo conmemoramos en el día de hoy el 15º aniversario de la Gloriosa Fiesta del Trono, que constituye una ocasión anual para examinar de cerca la situación de la Nación.
Efectivamente, no queremos hacer de esta efemérides una ocasión para pasar revista a las realizaciones, porque por muy importantes que sean, siempre permanecerán por debajo de lo que anhelamos conseguir para ti, fiel pueblo.
Más bien, queremos que sea un momento de reflexión y autointerrogación, con total franqueza, veracidad y objetividad, acerca de los puntos positivos y negativos que han marcado nuestra marcha, con el fin de poder avanzar hacia el futuro con plena confianza, decisión y optimismo.
El balance y las cifras no son precisamente lo único que me interesa, sino más bien el impacto directo y cualitativo de las realizaciones llevadas a cabo sobre la mejora de las condiciones de vida de todos los ciudadanos.
Si resulta natural que la persona se plantee preguntas a lo largo de las distintas etapas de su vida, no obstante, marcar esta parada se hace indispensable para tu Primer Servidor que asume los destinos de los más de 35 millones de marroquíes.
Así pues, en consideración de la magna responsabilidad que me corresponde, en tanto que Rey de todos los marroquíes, cotidianamente me interrogo a mí mismo; e incluso en todo momento y cada vez que voy a dar un paso, reflexiono y consulto antes de tomar cualquier decisión con respecto a las cuestiones de la Nación y de los ciudadanos, y me digo:
¿Acaso son acertadas nuestras opciones? ¿Cuáles son las cuestiones que deben ser aceleradas y aquellas otras que han de ser corregidas? ¿Cuáles son las obras y reformas que deben ser lanzadas?
Claro que cuando la persona cree que siempre acierta o que no se equivoca, este camino le va a conducir al derrape y a la vanidad.
Por ello, todos estaremos en nuestro derecho para preguntarnos si las realizaciones y manifestaciones de desarrollo que estamos viendo han influido directamente y del modo requerido sobre las condiciones de vida de los marroquíes; y si el ciudadano marroquí, cualquiera que fuera su condición socioeconómica, esté donde esté, en el campo o en la ciudad, experimenta alguna mejora palpable en su vida cotidiana merced a estas obras y reformas.
Efectivamente, al plantear tales interrogantes no hacemos sino buscar la total efectividad y las mejores vías para que todos los marroquíes se beneficien por igual de las distintas realizaciones.
Por lo tanto, la autointerrogación y la parada que nos marcamos no deben ser interpretadas como momentos dubitativos o de vacilación y falta de claridad en la visión, sino todo lo contrario, ya que nuestro camino está claro y precisas son nuestras opciones. Así pues, sabemos quiénes somos y sabemos lo que queremos y hacia dónde vamos.
Querido pueblo,
Indagar en las condiciones de la Nación Nos facilita la oportunidad de poder conocer exactamente el grado de desarrollo que hemos realizado, utilizando todos los instrumentos que se conocen para medir estos desarrollos.
En este sentido, Nos hemos marcado una parada, en 2005, a través del Informe del Cincuentenario, para evaluar las realizaciones, detectar las disfunciones y conocer el nivel de las expectativas, desde la época de la independencia, con el fin de establecer políticas públicas más eficientes.
Ahora, y después de haber transcurrido 15 años desde Nuestra accesión al Trono, consideramos que es deber Nuestro renovar esta parada que nacionalmente nos hemos marcado.
En realidad, todos los expertos y observadores, tanto nacionales como internacionales, están de acuerdo en que Marruecos ha conocido durante este período un enorme progreso en los distintos ámbitos.
Efectivamente, nadie puede negar el desarrollo democrático materializado por la constitución de 2011, el sistema de derechos y libertades que posee nuestro país, así como el acometimiento de la obra de la regionalización avanzada. Sin embargo, el efecto palpable de estas reformas y de otras, permanece tributario de su buena concreción, así como de las élites aptas para ponerlas en marcha.
Nadie puede olvidar tampoco las grandes infraestructuras realizadas. En este sentido, ¿acaso podían los marroquíes, y yo el primero, imaginarse que su país podía poseer el mayor puerto de la cuenca mediterránea y la planta termosolar más grande del mundo?, ¿acaso los ciudadanos podían trasladarse por autopista desde Agadir hasta Tánger o desde El Yadida hasta Uxda?
En el ámbito económico, el índice de crecimiento ha conocido una notable subida gracias a la adopción de ambiciosos planes sectoriales, como pueden ser el plan Marruecos Verde y el plan de Despegue Industrial, etc.
Aun así, este progreso no ha sido a costa de la promoción del desarrollo humano, como bien pueden testimoniar las personas que se benefician de sus programas en los distintos puntos del Reino, mostrando los efectos directos que ello tiene sobre la mejora de sus condiciones de vida así como sobre la lucha contra las manifestaciones de la pobreza, la exclusión y la marginación en nuestro país.
Ahora bien, permanece planteada la siguiente pregunta: ¿Qué es lo que hemos hecho con el progreso realizado? ¿Acaso ha contribuido únicamente al incremento del nivel de consumo, o lo hemos utilizado para lograr la prosperidad compartida de todos los marroquíes? ¿En qué medida se ha reflejado este progreso sobre la mejora del nivel de vida de los ciudadanos?
Querido pueblo,
Creemos que el modelo de desarrollo marroquí ha alcanzado tal grado de madurez que nos permite adoptar criterios avanzados y más precisos para poder fijar el alcance de las políticas públicas, así como constatar el grado de su impacto concreto sobre la vida de los ciudadanos.
Esto mismo viene corroborado por el Banco Mundial al destacar que el valor global de Marruecos ha experimentado en los últimos años un alza concreta, particularmente gracias al enorme crecimiento de su capital inmaterial.
Efectivamente, el capital inmaterial se considera como uno de los criterios más modernos internacionalmente adoptados para medir el valor global de los países y empresas.
Como todo el mundo sabe, los criterios adoptados por los especialistas en los ámbitos económico y financiero para medir la riqueza, han conocido varios desarrollos.
Efectivamente, con anterioridad, el valor global de los países se medía en función de sus recursos naturales; después se efectuó sobre la base de los datos relativos al producto interior bruto, que a su vez refleja el nivel de vida del ciudadano.
Más adelante, fueron adoptados los índices de desarrollo humano para conocer el nivel de prosperidad de los pueblos y el grado de su aprovechamiento de las riquezas de sus respectivos países. En los años 90 del siglo pasado, empezó a considerarse el capital inmaterial, en tanto que componente básico de la riqueza, antes de ser adoptado como criterio científico, desde el año 2005, por parte del Banco Mundial.
Este criterio se basa en la consideración de las capacidades que no son tomadas en cuenta por los enfoques financieros tradicionales.
En este contexto, se trata de medir el capital histórico y cultural de los países, además del capital humano y social que lo distingue, la confianza y estabilidad, la calidad de las instituciones, la innovación y la investigación científica, la creatividad cultural y artística, la calidad de vida y del medio ambiente, etc.
Por lo tanto, la seguridad y la estabilidad, por ejemplo, constituyen la base de la producción y de la riqueza; lo mismo que la confianza y la credibilidad que representan el pilar que estimula la inversión. Sin embargo, estas potencialidades no repercuten en el valor global de los países.
En efecto, el Banco Mundial ha llevado a cabo en 2005 y 2010 dos estudios para mensurar la riqueza global de aproximadamente 120 países, entre los que figura Marruecos. Nuestro país ha ocupado el primer puesto a escala africana, con un margen muy amplio con respecto a algunos países de la región.
Sin embargo, al consultar las cifras y estadísticas contenidas en estos dos estudios que muestran la progresión de la riqueza en Marruecos, me pregunto con extrañeza, como lo harían los marroquíes: ¿Dónde está dicha riqueza? ¿Ha beneficiado a todos los marroquíes o únicamente ha alcanzado a determinados sectores?
La respuesta a tales preguntas no necesita un análisis profundo: a pesar de haberse conocido un desarrollo palpable en Marruecos, la realidad viene a afirmar que la riqueza en cuestión no llega a todos los ciudadanos. En este sentido, mis giras a través del país, me han permitido observar algunos fenómenos de pobreza y precariedad, así como una pronunciada disparidad social entre los marroquíes.
Por lo tanto, y con el fin de aprehender la realidad de la situación, orientamos al Consejo económico, social y medioambiental, en colaboración con Bank Al Magrib y con las instituciones nacionales concernidas, y en el marco de la coordinación con las instituciones internacionales especializadas, a llevar a cabo un estudio para medir el valor global de Marruecos entre los años 1999 y finales de 2013.
El objetivo de este estudio no sólo consistirá en mostrar el valor del capital inmaterial de nuestro país, sino también la necesidad de adoptarlo en tanto que criterio básico con ocasión del establecimiento de las políticas públicas, con el fin de generalizar los beneficios de las riquezas del país a todos los marroquíes.
Aspiramos a que dicho estudio pueda presentar un diagnóstico objetivo de la situación, así como unas recomendaciones prácticas que permitan promover la misma.
Con el fin de que el informe final de este estudio no permanezca como letra muerta, o únicamente como materia de consumo mediático, Hemos decidido su amplia publicación, indicando al gobierno y al parlamento, así como a todas las instituciones concernidas y fuerzas vivas de la Nación, llevar a cabo el estudio de las recomendaciones constructivas que va a contener, obrando por su puesta en marcha.
Dado que la medición de la riqueza inmaterial se considera como un instrumento que ayuda a la toma de decisión, invitamos a que el censo general de la población, que tendrá lugar durante este año, incluya los índices relativos a los distintos componentes del capital inmaterial de Marruecos.
Querido pueblo,
Nuestra labor por mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos sólo es equiparable a Nuestro empeño de garantizar su seguridad espiritual y consolidar el modelo marroquí de gestión de la cosa religiosa.
Este destacado modelo que posee como referencia básica el Emirato de los Creyentes y la doctrina Malikí, es el resultado de las reformas profundas que Hemos adoptado a lo largo de los últimos quince años, con el fin de habilitar el ámbito religioso y asesorar en el mismo.
Este modelo se erige sobre la protección del ciudadano y de la sociedad contra los extremismos, el ostracismo y la ignorancia, a través del resguardo de las mezquitas de cualquier explotación, en consideración de que constituyen espacios para la adoración, la buena orientación y la lucha contra el analfabetismo.
Esto mismo es lo que busca la Carta de los Ulemas del año 2008 que ha sido consolidada mediante un “Plan de apoyo” de asesoramiento religioso local, que Hemos lanzado últimamente, y del que se encargan más de 1300 imames guías, en todas las partes del Reino.
Por otra parte, tal modelo estriba en el otorgamiento de una formación científica y religiosa ilustrada, basada en los valores del término medio y de la moderación, en el seno de la concomitancia entre la preservación de los valores islámicos constantes, el desarrollo del esfuerzo interpretativo y el espíritu de apertura, lo que hace que los valores de nuestra sagrada religión estén en armonía con nuestras opciones nacionales y con las corrientes de nuestra época.
Esto hace que el modelo marroquí de gestión de la cosa religiosa goce de consideración e interés a escala continental e internacional.
En este marco, estamos empeñados en poner la experiencia marroquí a disposición de los países hermanos que comparten con Marruecos la adhesión a los mismos principios y valores espirituales, y que han mostrado un deseo de aprovechar el modelo marroquí, hecho que se ha reflejado a través de una cooperación en el dominio de la formación de los imames.
Querido pueblo,
En el marco de la complementariedad y armonía entre la política interior y exterior de nuestro país, obramos por la óptima fructificación de nuestro avanzado modelo democrático y de desarrollo, con el fin de afianzar la imagen y posición de Marruecos en la escena internacional y para defender sus intereses supremos y sus justas causas.
En un contexto marcado por las rápidas mutaciones que conoce nuestro mundo, Nos hemos empeñado en que el modelo diplomático marroquí se fundara sobre la confianza en sí, la iniciativa, el realismo y la eficacia, en el marco del respeto de la legalidad, la apertura, la moderación y la adhesión a los valores universales.
Tales premisas hacen de Marruecos un socio eficiente, escuchado y digno de confianza y credibilidad. He aquí la distinguida posición que queremos consolidar en los diferentes niveles, con el esfuerzo constante y la participación de todas las fuerzas vivas del país.
A escala magrebí, renovamos Nuestra firme determinación de edificar una Unión fuerte, erigida sobre unas relaciones bilaterales sólidas y unos proyectos económicos integradores.
Convencidos estamos de que las diferencias no son una fatalidad, sino un hecho normal que se da en todas las sociedades. La Unión Europea, por poner un ejemplo, desde siempre ha conocido desavenencias entre sus miembros sin que por ello haya llegado a la ruptura. Sin embargo, hay que lamentar la persistencia de unas discrepancias que no hacen sino paralizar la dinámica de la Unión Magrebí.
Por muy importantes que sean tales discrepancias, no pueden justificar, por ejemplo, la continuación del cierre de las fronteras. Efectivamente, la situación ha alcanzado tal grado que el ciudadano magrebí no logra entenderla y mucho menos aceptarla, al punto de que numerosas personas que he tenido la ocasión de encontrar durante mis giras por algunos países hermanos, me han preguntado con asombro sobre las causas de tal cierre, reclamando el levantamiento de las barreras entre nuestros pueblos.
Mi respuesta ha sido siempre la misma: Marruecos no ha dejado de invitar, desde hace más de seis años, a hallar una solución a esta extraña situación. Sin embargo, todas las serias iniciativas marroquíes han chocado con una obstinación y un rechazo sistemáticos, opuestos a la lógica histórica y de la legalidad, así como a los derechos de comunicación humana y apertura económica de nuestros pueblos.
Con el empeño de hacer de las relaciones bilaterales la base de la edificación de la Unión Magrebí, quiero expresar mi satisfacción por los positivos resultados de la visita que he efectuado últimamente a Túnez, poniendo de relieve la calurosa acogida que me han reservado, tanto el atávico pueblo tunecino como sus instituciones nacionales, cosa que me ha emocionado profundamente.
Estoy persuadido de que Túnez continuará su marcha pacífica sobre la vía de la consolidación del Estado de las instituciones, a la vez que seguirá obrando para realizar el desarrollo y la prosperidad de sus hijos.
Por otra parte, la trágica situación vivida en varios países árabes nos causa profunda tristeza y preocupación.
En efecto, las crisis siria e iraquí vienen a materializar la grave situación que el mundo árabe atraviesa. En este sentido, las políticas de exclusión, los conflictos doctrinales y los sectarismos, no hacen sino alimentar dichas crisis, redoblando la magnitud de la tragedia humana vivida por estos dos pueblos hermanos.
No se trata únicamente de una crisis regional sino de una situación empantanada propicia para la proliferación de las más violentas organizaciones extremistas y terroristas, que amenazan seriamente la seguridad de nuestros países así como la paz y estabilidad mundiales.
Ahora más que nunca necesitamos un orden árabe económicamente integrado a la vez que políticamente unido y armonioso; un orden que haga de nuestro mundo árabe un polo geoestratégico influyente en las relaciones internacionales y capaz de defender las decisivas causas árabes.
En este sentido, Nos llenan de orgullo los lazos fraternales y de entendimiento que nos unen a Nuestros Hermanos los Dirigentes del Consejo de Cooperación del Golfo y el destacado partenariado existente entre nuestros países hermanos.
En cuanto a la cuestión palestina, queremos reiterar Nuestra enérgica condena a la injusta agresión israelí contra la Franja de Gaza.
Materializando nuestra efectiva solidaridad para con el pueblo palestino hermano en estos momentos de sufrimiento, Nos hemos apresurado a aportar apoyo material a las víctimas de esta agresión, así como hemos abierto los hospitales marroquíes ante los heridos y damnificados, con el ánimo de aliviar su sufrimiento en estos difíciles momentos.
De igual modo, queremos reafirmar nuestro apoyo a todas las constructivas iniciativas internacionales, que buscan hallar una solución justa y duradera sobre la base de la solución de los dos Estados.
Cumpliendo con Nuestra misión de defender Al Qods Al Sharif, el Comité Al Qods, que me honra presidir, reunido en su vigésima sesión en la ciudad de Marraquech, ha emitido fuertes recomendaciones en apoyo a las negociaciones de paz y a la preservación de la identidad espiritual y civilizatoria de Al Qods frente a las ilegítimas agresiones israelíes.
Durante esta sesión ha tenido lugar, igualmente, la adopción del Plan quinquenal estratégico para la acción de la Agencia Bayt Mal Al Qods Al Sharif en materia de apoyo a los sectores vitales, a través de proyectos dotados de rigurosos programas y medios de financiación.
Asimismo, respaldando la resistencia de nuestros hermanos habitantes de la ciudad de Al Qods, velamos por que la Agencia siga desplegando su labor sobre el terreno, aportándoles el apoyo directo y palpable, así como respondiendo a sus necesidades más acuciantes.
Querido pueblo,
Estamos persuadidos de que África tiene la capacidad para realizar su propio desarrollo, contando con sus hijos y con sus propias potencialidades. En este contexto quiero reiterar lo que había dicho en Abidjan: África está llamada a confiar en sí misma.
Desde esta perspectiva, reiteramos Nuestro compromiso de seguir una política coherente y complementaria con nuestros hermanos africanos, basada en la fructificación compartida de las riquezas, la promoción del desarrollo humano y el fortalecimiento de la cooperación económica.
Tal enfoque ha quedado materializado a través de las visitas que efectuamos a varios países africanos hermanos así como mediante la cantidad y calidad de acuerdos concluidos, con el ánimo de forjar las bases de un destacado modelo de cooperación Sur-Sur, que queremos sea solidaria y eficiente.
De igual modo, reafirmamos Nuestro compromiso para con la cooperación triangular y multilateral, con el fin de establecer partenariados equilibrados y mutuamente benéficos con los países del Norte.
Ante la proliferación de las amenazas securitarias, especialmente en la zona del Sahel y el Sahara, reiteramos Nuestro llamamiento a la necesidad de hacer frente colectivamente a las organizaciones terroristas, que encuentran sus aliados entre las mafias separatistas y de tráfico de seres humanos, armas y estupefacientes, por cruzarse sus intereses, constituyendo así la mayor amenaza para la seguridad regional e internacional.
Sin embargo, nuestra natural opción por África no se hará en detrimento de las relaciones de cooperación que unen a Marruecos con sus socios internacionales, sino más bien para abrir amplios horizontes ante la cooperación entre los países del Norte y del Sur.
Sobre esta base, consideramos que el Estatuto Avanzado de nuestro país con la Unión Europea no constituye una finalidad en sí, sino una importante etapa por el camino hacia la consolidación de una cooperación marroquí-europea, que deseamos sea equitativa y equilibrada.
En este sentido, Marruecos otorga una gran importancia al éxito de las negociaciones en curso, que buscan alcanzar un acuerdo de libre cambio global y profundo, en tanto que marco favorable para un mayor acercamiento entre Marruecos y Europa, así como para la integración de la economía marroquí en el mercado interior europeo.
Paralelamente al afianzamiento de sus destacadas relaciones con dicha Unión, Marruecos vela por la diversificación y ampliación de sus relaciones bilaterales con los países que integran la misma.
En el marco de las relaciones históricas que unen el Reino de Marruecos y los Estados Unidos de América, reiteramos nuestro compromiso de reforzar la cooperación estratégica entre ambos países, especialmente a través de nuevos mecanismos susceptibles de fomentar el acuerdo de libre cambio y continuar el diálogo estratégico.
Así pues, con ocasión de Nuestro encuentro con Su Excelencia el Presidente Barak Obama, en noviembre pasado, Hemos logrado aportar una fuerte dinámica a esta cooperación, cuyos frutos empiezan a verse tanto a escala bilateral como en lo relativo a la coincidencia en los puntos de vista respecto a las cuestiones regionales e internacionales de interés común, especialmente aquellas relativas al desarrollo y la seguridad en África.
Respondiendo a nuestra ambición de afianzar y diversificar los partenariados, velamos por consolidar las arraigadas relaciones que unen a nuestro país con la Federación de Rusia y la República Popular China, que tenemos previsto visitar próximamente.
De igual modo, estamos decididos a profundizar la dimensión económica de la destacada cooperación estratégica establecida entre Marruecos y estos dos países.
Querido pueblo,
Hemos dotado nuestra acción diplomática de un carácter especial y renovado, merced a la autonomía y realismo que caracterizan nuestra política exterior.
Asimismo, empeñados estamos en continuar implicando a todas las fuerzas vivas del país en la defensa de los intereses supremos de la Nación, especialmente en lo que se refiere a la integridad territorial, que constituye la prioridad absoluta.
Efectivamente, tal y como he afirmado en más de una ocasión, el Sahara es la causa de todos los marroquíes; además es una responsabilidad que nos incumbe a todos.
En este marco, renovamos el llamamiento para mantener viva la vigilancia y movilización de todos, amén de tomar las iniciativas necesarias para anticiparse a las maniobras de los adversarios. Efectivamente, en este marco no caben la espera, la elusión de la responsabilidad o las reacciones.
Queremos reafirmar también Nuestro compromiso con respecto a Nuestra iniciativa de otorgar la autonomía a nuestras Provincias del Sur; una iniciativa que ha sido nuevamente calificada de seria y digna de credibilidad, en la última resolución del Consejo de Seguridad.
Resueltos a no hipotecar el futuro de nuestra región, continuaremos las obras de desarrollo y modernización en la misma, sobre todo impulsando la puesta en marcha del modelo de desarrollo para nuestras Provincias del Sur, con todo el enfoque participativo que comporta, la buena gobernanza y los programas complementarios y multidimensionales, susceptibles de realizar el desarrollo integrado.
Así pues, nos estamos preparando para el establecimiento de la regionalización avanzada en las diferentes regiones del Reino, encabezadas por nuestras Provincias del Sur, con todo cuanto ello supone como respeto de las especificidades regionales y gestión democrática de los asuntos locales por los propios habitantes de la región, en el marco del Marruecos de las regiones unificadas.
Finalmente, queremos expresar Nuestra consideración a las Fuerzas Armadas Reales, Gendarmería Real, Seguridad Nacional, Administración Territorial, Fuerzas Auxiliares y Protección Civil por estar constantemente movilizadas, bajo Nuestro mando, en defesa de la integridad territorial del país y la salvaguarda de su seguridad y estabilidad.
Con exaltación y engrandecimiento Hemos de evocar igualmente la límpida memoria de Nuestros Augustos Abuelo y Padre, Su Majestad el Rey Mohammed V y Su Majestad el Rey Hassan II, así como de todos los virtuosos mártires de la Nación, Dios tenga en Su Santa Misericordia, por los enormes sacrificios que consintieron a favor de la grandeza y soberanía nacionales.
Rindiendo tributo a su eterna memoria, continuaremos, Dios mediante, promoviendo las obras de desarrollo y modernización a fin de disponer las condiciones de la vida digna y libre a todos nuestros conciudadanos, allá donde estén, en el seno de la unión, la seguridad y la estabilidad.
«Señor mío: Haz de este país un lugar seguro, da frutos como alimento a sus habitantes». (Sagrado Alcorán)
El saludo, la bendición de Dios el Altísimo y sus gracias, sean con vosotros".