Los dirigentes del polisario "están en una situación de denegación de la realidad que recuerda los últimos días de Alemania del este, cuyos altos funcionarios se obstinaban de no ver la televisión de Alemania occidental, ni hablar con sus familias que vivían en la prosperidad de la otra parte del muro de Berlín", subraya el periodista de investigación estadounidense, Richard Miniter.